domingo, 17 de febrero de 2013

Hay gente que nunca para de equivocarse.


Me alegro de que tan pronto hayas encontrado a alguien, pero no sabes cuánto dejas de ganar... Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, pro ni siquiera dejaste que se te demostrara lo que tenías.
Crees saber qué es lo mejor, qué es lo más conveniente y adecuado; y realmente es tu decisión, pero te estás equivocando.
Y mucho.

Has de comprender que hay gente que nunca se cansará de hacerte la vida imposible.
Será mejor que cuanto antes lo comprendas y aprendas a vivir con ello.
Hay gente, que nunca para de equivocarse.

lunes, 4 de febrero de 2013

Me declaro culpable.


Culpabilidad, ese sentimiento tan extraño. Es extraño porque hay gente que se siente culpable de cada cigarro que apaga y gente capaz de no sentir eso nunca, haga lo que haga.
 Sentirte culpable no es ser cobarde sino valiente, es hacerte responsable de tus propios actos, de tus propios errores.
¿Errores? Sólo somos errores, somos culpables de nuestros errores, somos culpables de ser lo que somos, sólo errando nos formamos, a base de errores vamos creciendo, nos vamos haciendo menos perfectos y más humanos. Son los errores y las imperfecciones lo que nos hace distintos unos de otros, lo que marca a nuestra persona.
Que nos sintamos culpables de nuestros errores no significa que seamos culpables de ellos, pues aunque “culpable de cada cigarro”, los errores son naturales, son inevitables, y es a partir de ellos como acertamos. Aciertos que hacen que, aunque culpables, no nos arrepintamos de equivocarnos.

Errores que nos marcan y aciertos que nos hacen felices. Felices de haber errado.


Culpable por haber esperado tu amor, por haber aprendido a entender y culpable de haberte perdido, otra vez.

viernes, 1 de febrero de 2013

¿Felicidad?


Ya lo sé, hay que ser feliz, pero ¿qué es la felicidad? Porque, siendo la felicidad el fin último de la vida, sólo la alcanzaríamos al acabarla o en su defecto, la vida acabaría al encontrarla; porque alcanzado el fin último de la vida, ¿para qué queremos seguir viviendo si ya llegaste a dónde ibas?

¿Es que entonces es imposible conseguir ser feliz? Feliz plenamente me refiero, está claro que se consigue una felicidad temporal al pasar un buen rato con tus amigos y las personas que quieres pero, ¿para qué la quieres si se acabará yendo esa felicidad? Y no porque te falte esa gente, ni porque se vaya cualquier alegría que tuvieras, sino por ti mismo, ni por nada ni por nadie, sino porque la felicidad se te acaba, porque un día te levantas triste y ya no eres feliz, no hay más.Por eso no puedo considerarla plena, no puedo considerar que el fin último de la vida sea esta felicidad temporal, esta felicidad asquerosa, porque conseguir la felicidad para perderla al poco tiempo… ¡Pues qué asco de felicidad!